No creo que lo hagan adrede, pero lo cierto es que nos están volviendo locos. Y ya no hablo solo de los políticos, que ya nos tienen acostumbrados a sus mentiras, a que sus palabras hay que enmarcarlas en los intereses que más les conviene, no al bien común de los ciudadanos. Me refiero también a los "sabios", a los entendidos en pandemias, en virus, en epidemiología, etc. Nos dicen una cosa y la contraria con todo el desparpajo del mundo, como si no fueran conscientes de que está en juego, además de nuestro contagio por el coronavirus ése, nuestra salud mental. Si no sabéis, callaros, por favor. O simplemente decid: "No lo se". Sería un hermoso respeto hacia cada un@ de los que les escuchamos con el propósito de entender qué coño está pasando.
Si se vieran, si se escucharan de verdad, se podrían dar cuenta del desaguisado que están provocando en la población. Ayer no servía la mascarilla, hoy es imprescindible, ayer teníamos que no salir de casa porque nos iba la vida, hoy resulta que cruzarse por la calle con la gente no representa casi ningún peligro. Ayer escuchábamos con acento de gravedad que el estado de alarma tenía que alargarse todo lo que hiciera falta, siguiendo la evolución de la pandemia. Hoy ponen como límite unos pocos días de plazo para acabar con toda prohibición, sin tener en cuenta cómo puede ir más allá de esos pocos días. Nos meten el pánico en el cuerpo y después lo frivolizan todo, con la misma naturalidad del que no es consciente de lo que está haciendo ni diciendo.
Veo inconsciencia en la gente, sobre todo en muchos grupos de jóvenes y no tan jóvenes, pero lo que más me duele es verla en los que, en teoría, nos tienen que cuidar. ¿Será que somos un país de mierda?
Si se vieran, si se escucharan de verdad, se podrían dar cuenta del desaguisado que están provocando en la población. Ayer no servía la mascarilla, hoy es imprescindible, ayer teníamos que no salir de casa porque nos iba la vida, hoy resulta que cruzarse por la calle con la gente no representa casi ningún peligro. Ayer escuchábamos con acento de gravedad que el estado de alarma tenía que alargarse todo lo que hiciera falta, siguiendo la evolución de la pandemia. Hoy ponen como límite unos pocos días de plazo para acabar con toda prohibición, sin tener en cuenta cómo puede ir más allá de esos pocos días. Nos meten el pánico en el cuerpo y después lo frivolizan todo, con la misma naturalidad del que no es consciente de lo que está haciendo ni diciendo.
Veo inconsciencia en la gente, sobre todo en muchos grupos de jóvenes y no tan jóvenes, pero lo que más me duele es verla en los que, en teoría, nos tienen que cuidar. ¿Será que somos un país de mierda?
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