Se cumplieron las encuestas, y con creces. El panorama en España, también en Europa, es desolador. Los electores vamos castigando a los gobiernos por una crisis que ellos no han provocado, pero a la que tampoco se han plantado poniendo toda su carne en el asador. Lo único que hacen, tanto los de derechas como los de izquierdas, es chamuscar la (carne) de los que les han votado, de los mismos que les han otorgado el poder -que tanto ansían, incomprensiblemente-
Zapatero y tantos dirigentes socialistas se han hundido con su barco (nosotros), sin quitarse la gorra y diciendo ¡viva España!, aunque en realidad a él, a a ellos no los van a desahuciar de sus casas, ni van a tener que esperar meses a que les atiendan en la Seguridad Social. Ilusamente muchos esperan que el nuevo gobierno les remedie de sus males. Debe ser un impulso de autodefensa, para que no se te rompa la esperanza.
Y siguen esperando que la Merkel y el Sarkozy solucionen la papeleta. Y que el Rajoy coma con ellos. Y que los socialistas españoles entiendan en qué han fallado. Como siempre, se empeñan en que no han sabido explicarse. Solo aceptan críticas en la forma, pero el fondo que nadie se lo toque. Y es que los "grandes" no pueden estar equivocados.
En Gavà han resistido -los socialistas- aunque el agua les llega casi a la cintura. Me gustaría ayudarles a achicarla, ahora que miro a Castelldefels tan vestida de azul, pero es que.... los muy puñeteros no hacen méritos para ello. Siguen erre que erre con lo del Pla de Ponent... siguen endiosados.
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