Nuestro gobierno catalán debería haber contratado a un mago -de los buenos- para lograr el resultado que prometía: recortar médicos, quirófanos, salas de hospital, etc, etc, y que los ciudadanos estemos igual de atendidos que antes. La realidad es tozuda y está mandando al carajo a esos aprendices de brujo que no hacen sino hacer el ridículo día sí y día también. Sería para hartarse de reir, si no fuera porque los dramas personales que están provocando son demasiado serios.
L'Hospital de Viladecans, col·lapsat
Los recortes dejan sin quirófanos a un gran hospital de Barcelona
L'Hospital de Viladecans, col·lapsat
Los recortes dejan sin quirófanos a un gran hospital de Barcelona
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