Las emociones a flor de piel. Me encanta que por fin los políticos, los tertulianos, la gente de la calle podamos mostranrnos como lo que somos, simples seres humanos. Tan simples y tan complejos, tan llenos de contradicciones y tan dependientes de fuerzas que a veces controlamos y muchas no, tanto internas como externas. Me encanta y me transtorna, me alegra y me llena de confusión, me hace dudar y me reconforta. Catalunya como ente, Catalunya como pueblo, Catalunya como gente con unas aspiraciones y con un orgullo.
Hija de inmigrantes andaluces a los que costó muy mucho integrarse en la cultura de este país y catalana de nacimiento, se lo que representa para muchos la posible separación de España. Los miedos son enormes, para muchos, y creo que se merecen todos los respetos. También la negativa a esa separación. Y por éso me encantaría poderlo saber, poderlos contar. No para despreciarlos, sino para tenerlos en cuenta. Porque la sociedad que queremos muchos es de respeto, tanto para los del sí como para los del no. Y que gane la mayoría, y que podamos iniciar diálogos NO VIOLENTOS con todos.
Deseo votar, deseo saber, deseo que nadie me arrebate esos derechos.
Hija de inmigrantes andaluces a los que costó muy mucho integrarse en la cultura de este país y catalana de nacimiento, se lo que representa para muchos la posible separación de España. Los miedos son enormes, para muchos, y creo que se merecen todos los respetos. También la negativa a esa separación. Y por éso me encantaría poderlo saber, poderlos contar. No para despreciarlos, sino para tenerlos en cuenta. Porque la sociedad que queremos muchos es de respeto, tanto para los del sí como para los del no. Y que gane la mayoría, y que podamos iniciar diálogos NO VIOLENTOS con todos.
Deseo votar, deseo saber, deseo que nadie me arrebate esos derechos.
(Imagen extraída de "La Vanguardia")