Maravillosa, la explosión de las mujeres denunciando a lo maltratadores, violadores, asesinos que, día sí, día también abusan de su condición de macho para agredir a las mujeres. Maravillosa también, la distinción que le he sentido decir a la periodista Cristina Fallarás y que ayuda a entender y abordar este abuso generalizado: La cuestión no es contar cuántas mujeres son maltratadas, violadas, asesinadas en cada rincón del mundo. La cuestión está en contar cuántos maltratadores, violadores, asesinos, campan por esos mismos rincones. Decía ella con su elocuencia habitual: "Es cuestión de lenguaje. Sujeto, verbo y predicado. No es: Una mujer ha sido asesinada por su pareja, sino: Un asesino ha matado a su mujer". Contemos a los asesinos y actuemos, en lugar de contar víctimas, siguiendo en pasiva, la frase y la actuación.
Maravillosa, la explosión de las mujeres denunciando a lo maltratadores, violadores, asesinos que, día sí, día también abusan de su condición de macho para agredir a las mujeres. Maravillosa también, la distinción que le he sentido decir a la periodista Cristina Fallarás y que ayuda a entender y abordar este abuso generalizado: La cuestión no es contar cuántas mujeres son maltratadas, violadas, asesinadas en cada rincón del mundo. La cuestión está en contar cuántos maltratadores, violadores, asesinos, campan por esos mismos rincones. Decía ella con su elocuencia habitual: "Es cuestión de lenguaje. Sujeto, verbo y predicado. No es: Una mujer ha sido asesinada por su pareja, sino: Un asesino ha matado a su mujer". Contemos a los asesinos y actuemos, en lugar de contar víctimas, siguiendo en pasiva, la frase y la actuación.
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