Australia duele. Brasil duele. Madrid duele. Barcelona duele..... y es difícil aguantar tánto dolor sin intentar evadirse de unas imágenes que, al igual que el aire contaminado, entran por los cinco sentidos y llegan hasta nuestro interior más sensible. No es nada sencillo convertirse -contra nuestra voluntad- en observador/cómplice, de la destrucción del único planeta que nos permite tener vida. Es insoportable tener ni por un momento en la mente la imagen de millones de seres vivos muertos, entre ellos seres humanos, por una conjunción de factores en los que el hombre&mujer no sólo no paliamos, sino que contribuimos a incrementar. Este artículo explica lo que yo no puedo explicar sobre Australia:
https://www.ecoportal.net/paises/incendios-australia/
Mientras, pienso en Gavà. No quisiera que también Gavà me duela con la continuación del proyecto Pla de Ponent. Ya me dolió en su primera fase, pero a pesar de todo el movimiento en contra, lo llevaron a cabo, para más inri, con premio medioambiental y todo. El diálogo del gobierno con todos los grupos ecologistas de la ciudad es imprescindible, si no queremos ser también "negacionistas"
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