En tiempo de crisis, todas las opiniones son válidas, por lo menos que no nos falte el derecho a expresar lo que sentimos. Luego está la libertad de cada uno, de creer lo que quiera, lo que pueda o lo que se acomode mejor a sus ideas preconcebidas. Todo ésto viene a cuento con una comunicación auditiva que corre por whatsap y otras opiniones en algunos medios de comunicación.
La doctora (la de whatsap) habla en tono entre cabreado y aleccionador. Se presenta como alguien con autoridad suficiente para decir lo que dice. Da datos y opiniones personales, todo a la vez. Para ella toda la actuación de todas las autoridades en la pandemia del coronavirus, es un engaño. Me sabe mal por ella. Sentirse engañada y a la vez expuesta al contagio y a las horas interminables a las que están sometidos todos los sanitarios no debe ser fácil de llevar. Pero también me alarma que vaya expandiendo la confusión y la rabia de ser engañado, a los demás.
Este virus es desconocido y cada día vemos cosas y casos nuevos. Los epidemiólogos y otros expertos en virus se están partiendo el alma (por no decir el culo) por conocerlo, por ganarle la batalla y por protegernos. Los políticos están poniendo (quizás por primera vez) nuestra salud, la de todos, por encima de intereses económicos. Que han de hacerlo mejor... Sí. Sobre todo protegiendo a los más débiles y reflexionando por el tipo de civilización que nos lleva a desastre ecológicos, ambientales, sanitarios y económicos como a los que nos estamos enfrentando.
Señora doctora, nos nos infle la cabeza con sus neuras personales, por favor!
La doctora (la de whatsap) habla en tono entre cabreado y aleccionador. Se presenta como alguien con autoridad suficiente para decir lo que dice. Da datos y opiniones personales, todo a la vez. Para ella toda la actuación de todas las autoridades en la pandemia del coronavirus, es un engaño. Me sabe mal por ella. Sentirse engañada y a la vez expuesta al contagio y a las horas interminables a las que están sometidos todos los sanitarios no debe ser fácil de llevar. Pero también me alarma que vaya expandiendo la confusión y la rabia de ser engañado, a los demás.
Este virus es desconocido y cada día vemos cosas y casos nuevos. Los epidemiólogos y otros expertos en virus se están partiendo el alma (por no decir el culo) por conocerlo, por ganarle la batalla y por protegernos. Los políticos están poniendo (quizás por primera vez) nuestra salud, la de todos, por encima de intereses económicos. Que han de hacerlo mejor... Sí. Sobre todo protegiendo a los más débiles y reflexionando por el tipo de civilización que nos lleva a desastre ecológicos, ambientales, sanitarios y económicos como a los que nos estamos enfrentando.
Señora doctora, nos nos infle la cabeza con sus neuras personales, por favor!
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