QUIÉN LA TIENE MÁS GRANDE

Estoy hasta los cataplines de escuchar las noticias de los dos canales, el catalán y el españolísimo. Hasta hace poco estaba convencida de que la manera de gestionar esta maldita crisis por el gobierno catalán era mejor que la de Madriz. Por lo menos aquí nos ahorrábamos ver el parte de guerra que, recitado por militares llenos de medallas y por un especialista en salud con voz de ultratumba, ponía los pelos de punta. Además, el tal Oriol Mitjà que tenemos aquí, y con el que cuentan muestro gobierno cercano, ha dado muchas explicaciones que no costaban mucho de entender.

A día de hoy, el día en que las voces y las risas de los niños vuelven a sonar en las calles, la política envenena de nuevo todos los esfuerzos de tanta y tanta gente que se juega su salud por colaborar a erradicar este virus. Los de Madriz erre que erre en que son sólo ellos quien llevan la batuta del acierto o del desaguisado que se produzca. Los de las comunidades, entre ellas la nuestra, erre que erre en elaborar medidas de confinamiento y descofinamiento que nadie se las mira, que son papel tirado a la basura.

¿Cuánto dinero invierten unos y otros en esas peleas de quién la tiene más grande? ¡Cuánta confusión, cuánto desasosiego, cuánta rabia están generando en la población! Se están peleando por la tutela de sus poblaciones, sin preguntar a sus poblaciones, se están comportando como niños creídos y estúpidos que lo que más defienden es su parcela de poder.

Asco, lo siento. En estos momentos no me quedo con ninguno.